
Leonardo Suárez
Director de Estudios
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Guerra comercial, crecimiento mundial y cobre: ¿el dólar llegará a tocar fondo?
En vista del riesgo de que la guerra comercial se profundice y expanda, los inversionistas volvieron a tomar refugio en el dólar en un vuelo hacia la calidad, poniendo presión en los precios de los commodities, mercados, bonos corporativos y monedas emergentes.
La administración Trump está imponiendo tarifas a todos los productos que China envía a Estados Unidos, cubriendo el total de US$ 500.000 millones de exportaciones chinas. Por lo tanto, hay un alto riesgo de que la guerra comercial aumente y se expanda aún más.
Si la guerra comercial se materializa, todos pierden, y es posible que Estados Unidos y Europa tengan más que perder que China, contrario a lo que piensa el consenso. Lo más relevante para China es la demanda interna, más que sus exportaciones. Esto se ve reflejado en el hecho de que el 85% del consumo de cobre chino (que equivale al 47% de la demanda global) está orientado hacia la demanda doméstica (infraestructura, telecomunicaciones, construcción, urbanización, etc.), más que hacia el sector de bienes comerciales (teléfonos celulares, televisores, etc.).
El gigante asiático ya está empujando una política moderadamente expansiva y crediticia, lo que debería estimular la inversión fija y, como resultado, la demanda por commodities de metales.
Estimamos de que el presidente Donald Trump alcanzará un acuerdo con los chinos antes de las elecciones de medio término de noviembre, tal como alcanzó un inesperado acuerdo con Kim Jong Un de Corea del Norte. Sin embargo, la posibilidad más preocupante es que el nuevo balance después de un acuerdo China-Europa-Estados Unidos llegue a través de un mundo menos abierto y mayor proteccionismo.
De esta manera, el peso chileno permanecerá volátil en el corto plazo y tenderá hacia una depreciación, en reacción al desarrollo de la guerra comercial (y podría llegar a $ 660 en el corto plazo). No obstante, en el mediano plazo – hacia fines de año – el peso debería retornar a una tendencia apreciativa y nuevamente acercarse a los $ 600, en línea con la trayectoria cíclica de un mercado bajista para el dólar global, condicionado por la aceleración de demanda interna de China.
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