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18/12/2025
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Incentivos para el APV en Chile: Diferencias entre los regímenes A y B y cómo aprovecharlos

Incentivos para el APV: Todo lo que necesitas saber sobre los regímenes A y B

Si estás comenzando a explorar el Ahorro Previsional Voluntario (APV) en Chile, probablemente has escuchado que el Estado ofrece beneficios atractivos para quienes deciden complementar su pensión obligatoria. ¿En qué consisten? En esta nota te explicamos los regímenes tributarios A y B del APV, para que entiendas cómo funcionan y puedas aprovecharlos al máximo.

¿Qué es el APV y por qué el Estado lo incentiva?

El Ahorro Previsional Voluntario es un mecanismo que permite a trabajadores dependientes e independientes realizar aportes adicionales al 10% de cotización obligatoria con el objetivo de mejorar su pensión futura. Este instrumento puede contratarse en AFPs, corredoras de bolsa, compañías de seguros, administradoras de fondos mutuos y otras instituciones autorizadas. Puedes contratarlo, por ejemplo, en LarrainVial.

El Estado chileno promueve activamente el APV mediante incentivos tributarios y bonificaciones fiscales. La razón es simple: fomentar una cultura de ahorro previsional que permita a los trabajadores alcanzar mejores pensiones para su jubilación.

Los dos regímenes tributarios: ¿Cuál es la diferencia fundamental?

Cuando inicias un APV, debes elegir entre dos regímenes tributarios: el Régimen A o el Régimen B. Esta elección determina cuanto, cómo y cuándo recibirás los beneficios del Estado.

Aquí está la clave para entender cada uno:

Régimen A: Bonificación estatal del 15%

En el Régimen A el Estado deposita anualmente en tu cuenta de APV un 15% adicional del monto que hayas ahorrado durante el año, con un tope máximo de 6 UTM anuales (aproximadamente $417.000 al año).

Por ejemplo:

Si durante un año ahorras $500.000 en tu APV bajo Régimen A, el Estado te depositará $75.000 adicionales (el 15% de $500.000). Este dinero se suma a tu cuenta y genera rentabilidad junto con tus ahorros.

¿Cuál es el tope de aporte en el Régimen A?

El beneficio máximo que puedes recibir es de 6 UTM al año. Esto significa que si ahorras más de aproximadamente $2.780.000 anuales ($231.000 mensuales), seguirás recibiendo un máximo de 6 UTM.

¿Qué pasa al retirar el dinero?

Si retiras el dinero antes de pensionarte, perderás la bonificación del 15% que el Estado te otorgó. Además, deberás pagar el impuesto por la ganancia de capital como si fuera una inversión no previsional.

Régimen B: Rebaja tributaria

El Régimen B opera bajo una lógica diferente: en lugar de recibir una bonificación directa, tus aportes se descuentan de tu base imponible, lo que reduce el impuesto a la renta que debes pagar.

Los aportes que realices al APV bajo Régimen B se restan de tu renta imponible antes de calcular los impuestos. Esto significa que pagarás menos impuesto a la renta durante el año, o recibirás una devolución mayor en tu declaración de impuestos anual.

El tope de este beneficio es de 600 UF anuales (o 50 UF mensuales si el descuento se hace por planilla a través de tu empleador).

¿Cómo funciona en la práctica?

El beneficio que obtengas depende directamente de tu tramo de impuestos. Si estás en un tramo de impuesto marginal del 8%, por cada $100.000 que ahorres en APV Régimen B, dejarás de pagar $8.000 en impuestos. Si estás en un tramo del 40%, el ahorro fiscal será de $40.000.

Por ejemplo:

Una persona con sueldo bruto de $2.800.000 mensuales (renta líquida imponible aproximada de $2.350.000) que está en el tramo del 8% y ahorra $140.000 mensuales en APV Régimen B ($1.680.000 anuales), reducirá su pago de impuestos en aproximadamente $134.400 al año.

¿Qué pasa al retirar el dinero?

Aquí está la contraparte: cuando retires tus ahorros, la institución que administra tu APV retendrá automáticamente un 15% del monto total para abonar el impuesto que tendrás que pagar. Si retiras el dinero antes de pensionarte, deberás pagar una sobretasa adicional al impuesto global complementario, si esta tasa es mayor al 15% deberás pagar la diferencia, si es menor te harán la devolución.

¿Cuándo llega el beneficio en cada régimen?

Régimen A: La bonificación del 15% la deposita la Tesorería General de la República directamente en tu cuenta de APV aproximadamente entre agosto y noviembre del año siguiente al que realizaste los aportes.

Régimen B: Si ahorraste mediante descuento por planilla (a través de tu empleador), el beneficio es inmediato cada mes en tu liquidación de sueldo, ya que pagas menos impuesto. Si realizaste depósitos directos, recibirás el beneficio como devolución de impuestos en tu declaración de renta del año siguiente, que se procesa entre abril y mayo.

¿Qué régimen te conviene? Una orientación general

Si bien cada situación es particular y requiere análisis personalizado, la Comisión para el Mercado Financiero señala algunos lineamientos generales:

Régimen A suele ser más conveniente para personas con ingresos medios-bajos (indicativamente, bajo $4.600.000 mensuales) que pagan tasas de impuesto bajas o nulas, y que planean ahorrar montos menores a $230.000 mensuales.

Régimen B tiende a beneficiar más a personas con ingresos altos que están en tramos de impuesto elevados (13,5% o más), especialmente si planean ahorrar montos superiores a $230.000 mensuales.

Sin embargo, para maximizar los beneficios, muchas personas que tributan con tasas bajo el 15% combinan ambos regímenes: ahorran hasta el tope de la bonificación del Régimen A ($231.000 mensuales aproximadamente) para obtener las 6 UTM del Estado, y el resto lo destinan al Régimen B para aprovechar la rebaja tributaria.

La asesoría de donde invertir estos ahorros es clave ya que dos tercios del ahorro acumulado corresponde a rentabilidad la que puede representar más de un 20% de la pensión”, explica la Gerente de APV de LarrainVial, Claudia Ovalle.

Toma acción: inicia tu APV con asesoría especializada

El sistema de APV en Chile ofrece incentivos reales y significativos para mejorar tu pensión futura. Sin embargo, como hemos visto, la decisión sobre qué régimen elegir y cuánto aportar no es trivial. Depende de tu nivel de ingresos, tu situación tributaria, tus objetivos de ahorro y tu horizonte de jubilación.

Por eso es fundamental contar con asesoría especializada que analice tu caso particular y te ayude a optimizar los beneficios que el Estado pone a tu disposición. Nuestro equipo está preparado para guiarte en este proceso, explicarte las implicancias de cada decisión y ayudarte a construir una estrategia de ahorro previsional que se ajuste a tus necesidades.

No dejes pasar los incentivos que el Estado ofrece. Cada año que postergas esta decisión es un año menos de acumulación de ahorro y rentabilidad para tu jubilación. Contáctanos hoy y da el primer paso hacia un mejor retiro.

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