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Leonardo Suárez, director de estudios LarrainVial

LarrainVial

16/04/2024
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8 Minutos

Leo Suárez: Tasa de interés en Chile se mantendrá este año tan solo en 6%

  • Las señales de fortaleza que sigue mostrando la economía de EE.UU. y una inflación que no cede harán que la Reserva Federal postergue para el próximo año el inicio de bajas de tasa, restándole margen de maniobra al Banco Central, argumenta.

“Chile no está en condiciones de bajar la tasa de interés de política monetaria (TPM) por debajo del nivel de 5,5% que tiene actualmente la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed)”, sostiene el director de Estudios de LarrainVial, Leonardo Suárez, y pronostica que después de un recorte de 50 puntos base o dos de 25 pb, el Banco Central la mantendría estable en 6% durante el año.
Suárez ahonda en las perspectivas de LarrainVial para la economía chilena este año y el próximo con un precio del cobre que treparía a los US$ 5 la libra, escenario en que la principal amenaza provendría de los políticos: “No me extrañaría que quieran subir la tasa del royalty”. También hay amenazas de nuevos retiros de fondos de pensiones o la devolución del 100% de los ahorros previsionales”, advierte, recordando la vigencia de la reforma constitucional que le quitó al Ejecutivo la iniciativa legislativa exclusiva en materia económica y previsional.

—¿Qué factores respaldan el congelamiento de la TPM en un 6% este año?
“Lo fundamental es que la economía norteamericana está dando señales de fortaleza, como lo indican los últimos datos de creación de empleos, y eso, junto con la inflación subyacente que subió 0,36% en marzo llegando a 4,4% en su base anual, muestra que dicha economía seguirá creciendo fuerte, prolongando las presiones inflacionarias. En ese contexto, estimo que la Reserva Federal recién empezaría a bajar las tasas de interés el próximo año. Así como la Fed postergó la primera baja de tasa de marzo a junio, la puede postergar hasta octubre, y lo más probable es que la termine postergando para 2025, porque la economía norteamericana está muy fuerte y la inflación no cede”.

—¿Cree que la tasa neutral en Chile es de 4% como estima el Banco Central?
“Chile presenta otros riesgos hoy día y basta ver la sensibilidad que tiene el tipo de cambio a las brechas de tasas de interés con EE.UU. para que el Banco Central la piense dos veces antes de acercar su TPM a la tasa de la Fed. Chile no está en condiciones de bajar la tasa por debajo del nivel de la Reserva Federal, que está en 5,5%”.
“Todas las señales que están saliendo de fortaleza de actividad, de la demanda interna y aumento de la inflación en EE.UU. —que está en niveles de 4,41% anualizada en la medición subyacente—, muy por encima de la meta de 2%, no dejan espacio para que la Fed baje la tasa este año”.

—¿Cuáles son sus proyecciones de crecimiento para la economía chilena?
“Con su alza de proyecciones al 2,5% de crecimiento en 2024, el Banco Central y el Ministerio de Hacienda se van a quedar cortos. Por ahora, tenemos una proyección de 2,8% para este año y 3% en 2025. El rechazo a los dos proyectos constitucionales redujo la incertidumbre política e institucional. La economía ya se estabilizó en 2022-23, tanto en términos de inflación como de cuenta corriente, y las cuentas fiscales mantienen un déficit bajo control relativamente ordenado, lo que es la condición necesaria para crecer. Hay señales de reactivación superior a la esperada, y así lo reflejan indicadores líderes como el IPSA y el precio del cobre. Además, la actividad entregó una sorpresa positiva en el primer bimestre”.
“El último IPoM captura que en el primer bimestre hubo señales de débil demanda, pero el gasto interno comenzó a dispararse en marzo, y así lo refleja el aumento de un 14% en las importaciones no combustibles ajustadas por días hábiles. El alza del precio del cobre anticipa más recursos y eso puede originar un aumento de la demanda interna de 3,8% este año y 4,7% el próximo. La bolsa está anticipando una importante reactivación de la economía”.

—¿A qué nivel proyecta el precio del cobre y del tipo de cambio?
“Para el precio del cobre, un promedio de US$ 4,20 la libra este año y US$ 4,50 la libra el próximo, dada la escasez de cobre y ciertas señales de repunte en China por el lado de la actividad industrial, no así por el lado de la construcción, que es más intensiva en el uso del cobre. El precio podría llegar a US$ 5 la libra en 2025. Por la reactivación de la economía, veo el tipo de cambio en $900 por dólar a fin de año”.

Riesgos en el horizonte

—¿Dónde están los riesgos?
“Persisten amenazas. Por ejemplo, que si el cobre sube a US$ 5 la libra el próximo año, los parlamentarios a quienes les gusta cambiar las reglas del juego pedirían subir la tasa del royalty. También están las amenazas de nuevos retiros de fondos de pensiones e incluso devolución del 100% de los ahorros previsionales en 2025, sobre todo en un año electoral, donde un candidato presidencial quiera impulsar un discurso popular y muchos parlamentarios quieran ser electos”.
“Sería positivo que, por ejemplo, el senador Matías Walker —el principal artífice de la disposición transitoria de reforma constitucional que permitió el retiro de los fondos previsionales— se la juegue por eliminar esa reforma que le quitó la iniciativa legislativa exclusiva al Ejecutivo para temas económicos y previsionales, y que convirtió a Chile en un régimen parlamentario de facto. Lo ideal es que se eliminen todas las libertades político-institucionales que provocaron la desestabilización de la economía y la alta inflación, como las iniciativas parlamentarias para ejecutar retiros. Eso significa que los políticos renuncien en forma institucional a esa facultad —con votación de 4/7—, porque debido a esa disposición constitucional transitoria, hoy pueden hacer más retiros e incluso propiciar nuevos IFE (Ingreso Familiar de Emergencia). Faltan anclas institucionales que impidan nuevos retiros. De no concretarse la eliminación de esa facultad, la amenaza de retiros persistiría, lo que se transformaría en un cáncer desestabilizador”.

—¿Seguirá el rezago en la construcción con tasas de largo plazo que continúan subiendo, como se aprecia en los bonos del Tesoro a 10 años en EE.UU. que son una referencia?
“Nos mal acostumbramos a tasas muy bajas. Recordemos que hace 25 años las tasas de interés estaban en un 9% y la TPM real en los años 90 estaba en niveles de 7% en Chile. Éramos otra economía. Ahora seguimos con tasas reales positivas, pero tampoco es una cosa bestial. La construcción siempre es la última en reaccionar, ya sea al alza o a la baja. Primero reaccionan otros sectores como la bolsa, luego las ventas inmobiliarias”.
“Las tasas largas seguirían subiendo gracias a las expectativas de reactivación, no solo en respuesta al alza de la tasa de los bonos del Tesoro en EE.UU.”.

—¿Cuál es su expectativa respecto a la reforma previsional?
“Tanto la reforma tributaria como la previsional seguirían cambiando su contenido. Personalmente, creo que la tributaria no va a salir y una reforma previsional consensuada tal vez, aunque es muy difícil, pero todavía falta disposición de los actores a ceder. Como he dicho antes, si no hay reforma previsional consensuada viable como la del Presidente Piñera en 2018, podríamos tener una devolución del 100% de los fondos de pensiones. La amenaza es que los políticos quieran buscar votos vía devolución de fondos de pensiones en vísperas de las elecciones, como en 2021 lo hicieron parlamentarios de izquierda a derecha cuando la economía se reactivaba como avión pospandemia”.

—¿Percibe riesgos en el lado fiscal como advirtió el Consejo Fiscal Autónomo?
“El año pasado el CFA no le achuntó en el corto plazo. Desde una perspectiva de largo plazo, creo que es bueno y necesario que el CFA advierta la amenaza de un balance fiscal insustentable y que la deuda pública supere el 50% del PIB, ya que ello ayuda a ordenar la discusión. Este gobierno va a entregar la deuda pública en aproximadamente un 42% del PIB, cifra que mejoraría todavía más si el PIB tiende a mejorar en el margen y si cae el dólar. Es bueno que los políticos tengan en cuenta los riesgos fiscales de mediano y largo plazo que advierte el CFA”.

—¿Cómo visualiza el caso de las bolas de acero y el futuro de Huachipato?
“Hay señales antiapertura comercial por la vía de poner salvaguardias a quienes no la merecen. El valor agregado está radicado en la producción de concentrado de cobre y de iron ore. Las fundiciones y siderúrgicas que producen productos básicos no son competitivas ni agregan valor. Huachipato tiene un Ebitda negativo de US$ 155 millones y paga salarios brutos por US$ 50 millones. Por lo tanto, en principio, el cierre de Huachipato incrementaría el PIB en US$ 100 millones. El tema de fondo es político, y es dónde se reubicarían los 22.000 empleos directos e indirectos de la siderúrgica si esta cierra”.

*Entrevista a Leonardo Suárez publicada en El Mercurio.

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