Una inmersión en fondos mutuos: ¿Qué son y cómo funcionan?

Los fondos mutuos son una opción de inversión que ha ganado preferencia en los últimos años. Para aquellos que buscan aumentar su patrimonio y diversificar sus activos financieros, ésta es una alternativa atractiva.

¿Qué son los fondos mutuos y cómo funcionan? En esta nota, el Portfolio Manager de LarrainVial Asset Management, Felipe Barragán, te explica en profundidad estos instrumentos financieros, sus tipos y características clave.

¿Qué son los fondos mutuos?

Los fondos mutuos son una forma de inversión colectiva en la que personas naturales y jurídicas aportan dinero a un fondo común gestionado por una entidad llamada administradora, donde en Chile se conoce como AGF (Administradora General de Fondos).

Dicha administradora se encarga de gestionar los aportes e invertirlos en diversos instrumentos financieros, como acciones, bonos, pagarés, letras hipotecarias e incluso cuotas de otros fondos mutuos o inversión.

¿Cómo funcionan los fondos mutuos?

El funcionamiento de estos instrumentos de inversión se basa en la diversificación y la gestión profesional. Cuando un inversionista deposita sus ahorros en un fondo mutuo, se convierte en un “partícipe” o “aportante”. La administradora se encarga de invertir los recursos de los partícipes según la política de inversión establecida en el reglamento interno del fondo.

Un punto clave a considerar de los fondos mutuos es que su valor en el mercado fluctúa diariamente debido a las variaciones en los precios de los instrumentos en los que invierten. Esto significa que su rentabilidad futura está sujeta a las condiciones del mercado.

¿Qué tipos de fondos mutuos existen?

A nivel general, en el mercado existen diversos tipos de fondos mutuos, cada uno con sus propias características y objetivos de inversión. Aquí hay una breve descripción de algunos de los tipos más comunes:

Deuda de corto plazo: Invierten en instrumentos de deuda con plazos menores o iguales a 90 días.
Deuda de corto plazo (hasta 365 días): Similar al anterior, pero con plazos de hasta un año.
Deuda de mediano y largo plazo: Su cartera tiene instrumentos con plazos superiores a un año.
Mixtos: Tal como indica su nombre, este tipo de inversión tiene la posibilidad de adquirir diferentes instrumentos de deuda, tanto de corto plazo, como mediano o largo plazo, e inclusive instrumentos de capitalización.
De capitalización: Mayoritariamente, invierten en instrumentos de capitalización, como acciones o cuotas de fondos de inversión o fondos mutuos.
De libre inversión: Tienen una política de inversión flexible.
Estructurados: Buscan una rentabilidad predeterminada en un período específico.
Dirigidos a inversionistas calificados: Diseñados para inversionistas con determinadas características, estos definen libremente su política de inversión.

¿Cuáles son las características clave a considerar?

Los fondos mutuos ofrecen diversificación, lo que significa que se invierte en una cartera de inversiones, por lo que los riesgos se distribuyen entre varios activos financieros. Sin embargo, es importante comprender que todos los fondos mutuos conllevan riesgos. De modo que, es necesario considerar puntos tales como:

Los mercados en los que el fondo puede invertir
Regulación y autoridades financieras
Grado de diversificación y límites de concentración del portafolio
Historial de desempeño
Inversión mínima requerida
Objetivos de inversión
Costo o remuneración que cobra el fondo a sus aportantes

Invertir en fondos mutuos es una opción de inversión versátil que se adapta a diversas estrategias y perfiles de riesgo. Al comprender qué son, cómo funcionan y sus diferentes tipos, los inversionistas -siempre asesorados por expertos- pueden tomar decisiones informadas sobre cómo incluirlos en su cartera financiera.

Es importante recordar que, si bien ofrecen oportunidades de crecimiento, los fondos mutuos también implican riesgos, por lo que es esencial buscar asesoramiento financiero antes de invertir.

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