Un fondo que apoya la educación de los niños de Chile

Este fondo apunta a generar primero un retorno social, que en este caso viene dado por una mejora significativa en la asistencia a clases y las habilidades lectoescritoras en los estudiantes, y luego un retorno financiero, que podría ser bajo el mercado para los inversionistas si se compara con niveles de riesgo similares. Es importante destacar que no estamos hablando de una donación, esto no es filantropía. Esto es inversión de impacto que busca ese doble retorno, tanto financiero como social.

El fondo invierte bajo el modelo de Contrato de Impacto Social, un mecanismo para implementar soluciones innovadoras a problemáticas sociales complejas, en donde interactúan cuatro actores: los pagadores, los proveedores de servicios, los inversionistas y un evaluador.

Es una oportunidad innovadora para quienes buscan generar un retorno financiero y, al mismo tiempo, quieren contribuir a mejorar la educación en nuestro país, generando un impacto positivo que tiene métricas muy concretas, que son medidas por una entidad evaluadora independiente y cuyos resultados son reportados periódicamente de forma transparente. Junto con invertir, se obtiene un doble retorno: social y financiero. Invertir bajo la lógica de un Contrato de Impacto Social genera, además, múltiples beneficios para todos los involucrados, ya que se financian programas que efectivamente resuelven los problemas sociales, las organizaciones sin fines de lucro fortalecen su capacidad de gestión e innovación, se hace un uso eficiente de los recursos entregando soluciones efectivas en educación a quienes más lo necesitan, y reportando los resultados con transparencia.