
María Ignacia García
Jefe de Desarrollo e Inversión Responsable de LVAM
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Propiedad activa y engagements colaborativos
Se escucha hablar bastante del concepto de integración de factores ESG como base de la Inversión Responsable, pero el concepto de propiedad activa (segundo principio de PRI), es también central, dado que apunta a participar activamente de las instancias de representación de los accionistas, y a entablar diálogos con las compañías sobre temas críticos para su desempeño sostenible. Puesto en términos más generales, un inversionista responsable no solo está ahí para capturar un retorno, sino que usa conscientemente su voz y voto para lograr impactos positivos para la empresa y su entorno.
No obstante que lo anterior haga sentido y suene bien, en la práctica la voz y voto de los inversionistas es, muchas veces, muy limitada. En el caso de Latinoamérica, las compañías suelen tener un accionista controlador y además existen límites de diversificación para los fondos que hacen que el porcentaje de participación en una compañía determinada sea muy bajo.
Por ello, los denominados “engagements colaborativos” que reúnen a varios inversionistas para abordar alguna temática ESG o dirigirse a alguna compañía, parecen un camino más efectivo, y adicionalmente, nos han ofrecido la ventaja de aprender de pares globales y de ser guiados por expertos en la materia ESG en cuestión.
Durante 2021, uno de los engagements en los que participamos se orientó a la industria salmonera, y fue conducido por FAIRR, red global de inversionistas que se enfoca en abordar riesgos y oportunidades ESG en la industria alimenticia, puntualmente el sector ganadero. Convocan a administradoras por un total de USD$47 trillones y llevan a cabo investigaciones y diálogos empresariales respecto a temáticas como el bienestar animal, uso de antibióticos, y condiciones laborales. Para ello se relacionan directamente con empresas productoras, o bien con cadenas de restaurantes que son las principales compradoras, para que sean estas últimas las que exijan subir los estándares a las productoras. En Latinoamérica, el trabajo de FAIRR impacta directamente a empresas cárnicas brasileras y salmoneras chilenas, las que son evaluadas en una serie de indicadores para rankear en su Protein Producer Index.
El engagement que llevan a cabo en el caso de las salmoneras se orienta a los riesgos para la biodiversidad y de cambio climático de la cadena alimenticia de los peces, e incluyó a los ocho mayores productores globales, entre las que se incluyen las chilenas Camanchaca y Multiexport.
Con ellas se sostuvieron reuniones donde FAIRR y el grupo de inversionistas presentaron el trasfondo de las preocupaciones y expectativas en torno a las mismas y las empresas comentaron cómo las abordan, desafíos y planes de mejora, y se lograron acuerdos en torno a la medición y divulgación de indicadores relevantes.
Según Eliseo Santi, Analista Senior Crédito Corporativo Latinoamericano, de LarrainVial Asset Management, la experiencia de engagement con FAIRR y Salmones Camanchaca y Multiexport fue enriquecedora por varios motivos. En primer lugar, compartir la preocupación por temas medioambientales con inversores de diversas geografías demuestra el alcance global que tiene este factor en todo el público inversor".
Además, al conversar con la compañía discutiendo los temas a la par se logra un entorno más colaborativo que cuando solo se pide disclosure de información, logrando consensos entre lo que los inversionistas podemos esperar y lo que la empresa puede lograr, con foco en la sostenibilidad de largo plazo. Por último, los frutos se observan rápidamente, con los compromisos que las empresas asumieron en cuanto a mejorar el disclosure y compartir iniciativas de investigación para una alimentación más sostenible de los salmones, frente a una demanda que se espera que crezca en el futuro.
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