
Sebastián Rodas
Gerente de Asset Allocation LV Asset Management
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Los diversos eventos que afectarán a los mercados en los próximos meses
Durante el mes de mayo la estrategia de LarrainVial Asset Management ha estado dando frutos. La cautela en los activos de riesgo esta vez pagó. ¿Cuál fue la razón de esto? El mercado reaccionó distinto a jornadas anteriores ante el mismo discurso de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos. Ahora han cambiado de opinión y han estimado que el alza de tasa de interés de la Fed se produciría antes de lo esperado. Esto fue suficiente como para dar vuelta los mercados, llevar al dólar al alza y a los mercados accionarios emergentes a la baja al igual que sus monedas.
Al final sólo hubo especulación, ya que como vimos después - a comienzos de junio - el mercado nuevamente cambió ante datos de empleo más bajos a lo esperado. Bastante volatilidad ante una variable que no debiera generar tanta, ya que la Fed dijo que este año subiría la tasa, por lo que lo más probable es que la aumente para no correr riesgo de credibilidad. Si es en septiembre o diciembre a esta altura es una excusa. Claro está que si la situación global cambia drásticamente en cuanto a actividad o inflación, este discurso también lo haría, pero por el momento no es el caso.
Lo que si será “entretenido de ver” en junio es lo que pasará con el Brexit en el Reino Unido, cuya votación se realizará el 23 de junio. Este sí es un evento que podría generar efectos importantes si se aprueba. Y hablando de temas políticos, no nos olvidemos de lo que vaya sucediendo con Trump, Clinton, Dilma y menos en Chile.
Por lo tanto, eventos que generen ruido persistirían durante el segundo trimestre — a los que sumamos el riesgo de recaída o devaluación de China — junto al alza de las bolsas globales, que ha generado valorizaciones relativamente altas, con crecimientos de utilidades bastantes débiles y un mundo con dudas de su velocidad de crecimiento, fortalecen nuestra visión de cautela.
Estamos conscientes de que la deuda ha tenido un muy buen inicio de año, pero ante un escenario de riesgo, esa clase de activo tiende a “andar” relativamente mejor. Los spreads de deuda internacionales no están tan apretados como uno podría ver en las acciones. Distinta es la curva soberana de varias economías, pero está claro que no queremos invertir en tasas negativas, por lo que no entraremos en más detalles.
Con todo esto, nuestra opinión durante todo el año ha sido que el peso chileno terminaría más cerca de los $700 que de los $600. Por consiguiente hemos sido muy activos en ver las oportunidades de entrada y salida en el peso, aprovechándonos de este casi molesto cambio de precios y opinión.
Nuestra estrategia en los distintos productos balanceados ha sido de cautela accionaria en general, más negativa con Japón y precavida con el IPSA (aunque está claro que nos ha afectado el buen inicio de año de este mercado), algo más constructiva relativamente con la bolsa estadounidense y cautelosa con Europa, a la espera de que los riesgos vayan decayendo. Así, hemos mantenido una mayor exposición en deuda local en UF y deuda internacional en dólares, con sesgo a tasas de interés más altas gracias a instrumentos de spread, tanto global como emergente y haciendo una mezcla entre “alta calidad y alto rendimiento”.
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