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¿Es correcto hablar de “empresas ESG”?
María Ignacia García

María Ignacia García

Jefe de Desarrollo e Inversión Responsable de Larr

22/07/2020
369.955
4 Minutos

¿Es correcto hablar de “empresas ESG”?

A la hora de hablar sobre ESG en las empresas, suele existir es un malentendido plantearlo como que empresas pueden "ser ESG" o no serlo. Más bien “ESG” apunta a un marco de análisis, el cual no está estandarizado.

El concepto abarca un espectro amplio de aspectos ambientales, sociales y de gobierno corporativo que se evalúan de una compañía. Algunos asuntos ESG son:

Ambientales Sociales Gobierno Corporativo
• Contaminación ambiental • Satisfacción de Clientes • Composición del Directorio
• Gestión de residuos • Protección de Datos y privacidad • Comités Auditoría
• Eficiencia Energética • Temas de género y diversidad • Corrupción y Prevención de Delitos
• Uso de Agua • Relacionamiento comunitario • Lobby
• Biodiversidad • Relaciones con trabajadores • Financiamiento político
• Deforestación • Derechos Humanos • Canales de Denuncia
• Cambio Climático y emisiones de carbono • Estándares Laborales  



La idea es entender en qué medida son relevantes y en qué medida la empresa los ha reconocido y gestionado, entendiendo que existen riesgos (o también ventajas) detrás. Se usa que, de ese análisis, que generalmente recoge aspectos cualitativos y cuantitativos, los proveedores especializados generen un puntaje, que puede ser una nota absoluta, o bien relativa a sus pares. Así, habrá empresas que puedan tener “un mejor score ESG” que otras, pero hay que entender bien qué mide ese score. Incluso podría no reflejar el desempeño, sino más bien la exposición o vulnerabilidad a riesgos ESG, como es el caso del ESG Relevance score de Fitch Ratings, que muestra cuánto podrían afectar a la calificación crediticia de las compañías ciertas variables ESG.

A veces se asocia la idea de “ESG” a otros conceptos independientes.

Por ejemplo, al concepto de “Empresa B”, empresas que buscan un doble o triple resultado social y/o ambiental, además de económico. Pero volverse “empresa B” conlleva un proceso que es voluntariamente asumido por la empresa, es una certificación otorgada en base a requerimientos definidos. Por lo demás, en el concepto ESG la componente de Gobierno Corporativo es fundamental, y el análisis del desempeño en las tres componentes apunta a preservar el valor económico de largo plazo de la compañía, más que buscar impactos positivos en otros planos.

Otra asociación es al concepto de Grado de Inversión (Investment Grade), la categoría con que se refiere a las empresas con una buena capacidad crediticia, de acuerdo a la evaluación que hacen terceros de ella. En este caso hay más similitudes, ya que si bien la empresa puede gestionar internamente variables que repercutan tanto para su calidad crediticia como sus riesgos ESG, la evaluación y “nota” que obtenga viene de forma independiente, y sin pedirlo, “le guste o no” a la empresa.

Al igual que existen agencias calificadoras de riesgo de crédito, existen agencias calificadoras de riesgos ESG: en ambos casos hay múltiples proveedores, con sus propias metodologías, y con su propia escala de resultados. Cabe mencionar, sin embargo, que en el caso de las agencias de rating crediticio, sus evaluaciones están más estrechamente alineadas: de acuerdo a una investigación del MIT Sloan, la correlación entre estas es de un 0,99%, mientras que en el caso de los scores ESG, el mismo estudio encontró una correlación de solo 0,64% entre cinco de los proveedores de la industria.

El estudio explica la divergencia por diferencias en tres etapas de la construcción del score: a nivel del alcance (qué variables ESG se toman en cuenta), ponderación (cómo se asigna importancia a cada factor para la nota total) y medición (qué información se toma como indicador de cada factor). Algunos consideran que la divergencia es una señal de debilidad de la inversión responsable, para otros es signo de que es necesario avanzar en buscar criterios comunes (por ejemplo SASB) mientras que otros valoran que no sea estandarizado, y más que quedarse con el score valoran la información detrás.

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