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Preguntas y respuestas de cara al 2022

Juan José Noriega y Belén Cuentas-Zavala

Equipo de Portafolios de Inversión de LarrainVial

02/12/2021
407.578
5 Minutos

Preguntas y respuestas de cara al 2022

Indudablemente el 2021 fue un año desafiante para los mercados financieros. Los elevados y persistentes niveles de inflación han influenciado las expectativas de política monetaria a nivel global y el movimiento de las tasas de mercado. Por otro lado, la evidente desaceleración económica y las regulaciones de las autoridades marcaron el rendimiento de China y el resto de los mercados emergentes. En este escenario, muchos clientes nos han preguntado qué esperamos de cara al 2022 por lo que en esta columna buscaremos responder sus principales inquietudes.

¿La inflación se normalizará durante el próximo año? ¿Cómo impacta esto en la política monetaria de Estados Unidos?

Efectivamente, la inflación debería comenzar a moderarse hacia mediados del próximo año. Esto ya que, en primer lugar, habría una base de comparación más exigente. Tras seis meses consecutivos con registros inflacionarios sobre el 5% en Estados Unidos, la base para el cálculo de la inflación en 2022 se vuelve considerablemente más exigente, y los precios deberían acelerarse en mayor medida para volver a observar registros elevados. En segundo lugar, ya se habrían observado indicios de menor congestión en los puertos, lo cual debería contribuir a destrabar los cuellos de botella en las cadenas de suministros a nivel global, relajando así las presiones al alza en los precios de los bienes (ver gráfico 1). Finalmente, de continuar con los procesos de vacunación y la reapertura económica, el gasto de los consumidores debería rotar desde bienes a servicios, moderando el exceso de demanda por los primeros y normalizando sus precios. En cuanto al impacto en política monetaria, una suavización en el alza de los precios debería disminuir las presiones sobre los bancos centrales para subir las tasas de forma apresurada. No obstante, todo indica que el 2022 observaremos las primeras alzas de tasas en las principales economías (ver gráfico 2). En el caso de Estados Unidos, las proyecciones entregadas por el Fed en septiembre anticipan una primera alza en diciembre del próximo año, mientras que las expectativas de mercado internalizan posibles alzas en junio, una vez culminada la reducción en el programa de compra de activos.

¿Continuaremos observando crecimiento económico global durante el próximo año o empezaremos a ver un estancamiento?

Es esperable que el desempeño económico global del próximo año este caracterizado por dos mitades (ver gráfico 3). La primera mitad presentaría un fuerte crecimiento –sobre la tendencia de largo plazo- a medida que se relajen las restricciones de movilidad, se desarrollen mayores avances médicos relacionados a la pandemia, observemos un auge en el consumo dado el nivel de ahorro de los hogares y, finalmente, haya una reconstrucción de los inventarios a medida que se suavicen las disrupciones a las cadenas de producción. En general, las estimaciones de los bancos de inversión indican un crecimiento del Producto Interno Bruto real de 4,5% anual aproximadamente para el 2022. Luego, pasando a la segunda mitad del año, el crecimiento económico se debería moderar en mayor medida, pero permanecería sobre tendencia. Esto se debería a que ya se habría diluido el impulso de la reapertura tras la pandemia, por lo que las economías globales debería tender a normalizarse, junto con la inflación y los precios de energía.

¿Se recuperarán los mercados emergentes en el 2022? ¿Cómo afectaría la evolución del dólar a estos países?

Los mercados emergentes empezaron este año con bastante fuerza y recuperación económica, pero esto se vio estancado, en gran medida, por la desaceleración económica de China, la apreciación global del dólar, la inoculación insuficiente contra el Covid-19 y, por último, la incertidumbre política. Dicho eso, las estimaciones para 2022 anticipan un crecimiento positivo, pero con evidentes señales de moderación. Si bien sería esperable observar una recuperación económica impulsada por la relajación de medidas de cuarentena y avances en las campañas de vacunación, preocupan particularmente las señales de moderación de China y su impacto en la demanda de commodities, así como también el sesgo a la apreciación del dólar a escala global (que se podría acentuar si el Fed tuviera que actuar más rápido de lo esperado por el mercado). Este marco no favorecería particularmente a los mercados emergentes, pues debilitaría sus divisas y perjudicaría la entrada de flujos.

¿Qué esperar para los activos locales?

Evidentemente, realizar predicciones en la antesala de la elección presidencial no es una tarea sencilla. Sin embargo, existen algunas dinámicas que podrían dar señales sobre el rendimiento del mercado local durante el próximo año. En primer lugar, el 2022 nuevamente será un año marcado por lo político, con el plebiscito de aprobación de la nueva Constitución fijado inicialmente para el primer semestre. De ser aprobada, la promulgación de la carta magna se efectuaría durante la segunda mitad del año. Por lo mismo, los niveles de incertidumbre política y económica deberían permanecer elevados (ver gráfico 4). Por otro lado, el trasfondo macroeconómico se encuentra sumamente debilitado, con elevados niveles de deuda, gasto fiscal e inflación. Estos puntos representan problemas de carácter estructural y difícilmente puedan ser solucionados en el corto plazo. Adicionalmente, a pesar del nuevo equilibrio en el Congreso, no se pueden descartar nuevos retiros de fondos de pensiones, los cuales dañarían aún más el mercado financiero nacional. Por lo mismo, continuamos privilegiando un posicionamiento defensivo en activos locales de cara al próximo año.

Cabe destacar que el análisis anterior no considera las potenciales consecuencias de la pandemia. Por lo mismo, una sorpresa en la materia, algo que no es descartable con la variante Ómicron, podría deteriorar aún mas las expectativas.

Conclusiones en materia de inversión

Consideramos que el panorama para los mercados financieros continúa enrarecido, con niveles de inflación que deberían mantenerse elevados durante los primeros meses del año, lo cual continuaría generando presión sobre los bancos centrales a nivel global. Por lo mismo, preferimos comenzar el 2022 con un posicionamiento defensivo en los portafolios.

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