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Reforma estructural al sistema de pensiones ¿en 2026?
Javier Salinas

Javier Salinas

Economista Jefe de LarrainVial Research

02/11/2021
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3 Minutos

Reforma estructural al sistema de pensiones ¿en 2026?

Columna publicada en Pulso PM el 1 de noviembre de 2021.

El ensordecedor estruendo generado (tanto en los medios como en el mercado financiero) por la discusión del cuarto retiro de fondos previsionales parecen haber acallado temporalmente esa sigilosa voz que clama por la necesidad imperante de una reforma estructural que logre incrementar la pensión de la clase media. Y sin afán de repetir la ya abultada y bien conocida lista de virtudes de un sistema previsional robusto y justo (cualidades que dan espacio para diferentes interpretaciones), el escenario político necesario para la aprobación de cambios fundamentales en el sistema de pensiones durante el siguiente período presidencial continúa siendo más que incierto, por varias razones.

Primeramente, las diferencias entre las propuestas de los candidatos presidenciales dejan claro que no existe un consenso en la clase política acerca de cómo ellos vislumbran el futuro del sistema previsional. De hecho, más allá de las evidentes discrepancias entre los proyectos de la izquierda y la derecha, ni siquiera tenemos certeza de que los programas dentro de los candidatos de izquierda y centro-izquierda que encabezan las encuestas sean compatibles entre sí, más allá de las obviedades de la búsqueda de un sistema sin la participación de las AFPs y la creación de un ente público que administre los fondos previsionales. Lo mismo sucede entre los proyectos propuestos por los candidatos de la derecha y centro-derecha, en donde no se percibe consenso en el rol que debería desempeñar el estado en materia previsional. Esto denota, además, la falta de claridad respecto a lo que potencialmente sería el proyecto de reforma previsional que ingresaría al siguiente Congreso.

A esta incertidumbre respecto a los planes del siguiente presidente en temas previsionales (sea quien sea), se le suman las dudas acerca de la viabilidad de que dicho proyecto sea aprobado por el Congreso entrante, particularmente en un escenario en el que ya no serían dos las fuerzas dominantes, sino tres (la coalición de derecha-centro derecha, la centro-izquierda tradicional, y la nueva fuerza de izquierda conformada por el Partido Comunista y el Frente Amplio), probablemente ninguna con siquiera mayoría simple. La historia reciente está plagada de intentos fallidos por aprobar una reforma estructural al sistema previsional, en donde la falta de acuerdo dentro del Congreso fue fundamental. Y los riesgos de un ente legislativo aún más fragmentado y polarizado que los que hemos visto en el pasado se vuelven cada día más evidentes.

Por último, los tiempos para realizar esta reforma serían más acotados que en los períodos presidenciales anteriores, particularmente por el proceso de la elaboración de la nueva Constitución, cuyo plebiscito de salida se realizaría el segundo semestre del 2022. Esto llevaría a que la discusión de una reforma estructural al sistema de pensiones en el Congreso se traslape y supedite a las decisiones dentro de la Convención, lo que probablemente conlleve a un aplazamiento de su trámite, al menos, al segundo año del siguiente gobierno, si es que las agendas (tanto del gobierno como la legislativa), lo permiten (a la luz, por una parte, de los ajustes que el congreso deberá realizar a las leyes en función de la nueva Constitución, y por otra, a las prioridades del gobierno entrante).

Ante todo esto, las dudas acerca de la factibilidad de la aprobación de una reforma previsional en el siguiente período presidencial persisten, y hoy por hoy no son claros los compromisos de los diferentes actores políticos por logar acuerdos ante proyectos tan disímiles, por lo que al parecer tendremos que esperar al 2026 para ver si las condiciones políticas del subsiguiente gobierno y Congreso están dadas (si es que la nueva Constitución mantiene el período legislativo y presidencial de los dignatarios electos a fin de año). Y mientras tanto, el problema de las bajas pensiones para la clase media continúa.

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